La mujer no es más que el hombre imperfecto
Los movimientos feministas estuvieron desde sus inicios, y hasta hoy en día, acompañados de arte, utilizado como auxiliar, ejemplo y sublimación de las creencias y de los ideales del grupo. Quizás, porque el arte logra realmente ser un método transgresor. El cuerpo como soporte fue de los grandes auxiliares para sus revoluciones, pues acompañó a la creación de narraciones, de representaciones y lecturas de su propia situación, la que existía (existe) y la que creían debería existir.